En los últimos años, Benjamin Aceval ha sido testigo de un progreso muy interesante: gracias al crecimiento industrial de la ciudad de Villa Hayes logró transformarse y revalorizarse.

En los últimos 15 años, la ciudad de Villa Hayes se consolidó como un polo industrial clave del país. En la ciudad se instalaron cementeras, aceiteras, frigoríficos y fábricas de acero, generando miles de empleos directos e indirectos. Su ubicación estratégica, a pocos kilómetros de Asunción, con conexión al río Paraguay y su infraestructura eléctrica, convirtió a Villa Hayes en un imán para las grandes inversiones.

Este dinamismo económico no solo cambió la fisonomía de la ciudad, sino que también ayudó a desarrollar considerablemente toda la zona circundante.

El impacto en Benjamín Aceval

A tan solo minutos de Villa Hayes, Benjamín Aceval comenzó a sentir los efectos del crecimiento industrial de su vecina. Cada vez más trabajadores y familias eligen esta ciudad para vivir, atraídos por mejores precios de terrenos en comparación con otras zonas cercanas a Asunción.

Ese flujo constante de personas y capital provocó:

• Una mayor demanda de viviendas y lotes.
• Crecimiento de comercios, escuelas y servicios básicos.
• Una revalorización sostenida del metro cuadrado, que convierte a Benjamín Aceval en una excelente opción para quienes buscan asegurar una inversión rentable.

Un futuro industrial propio

Más allá del impulso recibido de Villa Hayes, Benjamín Aceval empieza a escribir su propia historia industrial. Actualmente se está construyendo un frigorífico que generará más de 700 puestos de trabajo directos, lo que podría significar un cambio en la matriz de desarrollo de la ciudad.

Este proyecto no solo traerá empleo, sino que consolidará a Benjamín Aceval como un polo productivo emergente, capaz de atraer nuevas inversiones y acelerar su urbanización.